José Antonio – RUSSULA INSIDE

A lo largo de estos años ha pasado por diferentes etapas de trabajo y por la transformación empresarial de Russula, desde su inicio hasta convertirse en una multinacional. Conoce bien el proceso de elaboración del acero, ha participado activamente en proyectos de importancia vital que han contribuido esencialmente a la subsistencia y transformación de Russula. Ha sido fiel al trabajo en equipo, a las exigencias y necesidades de la empresa que han contribuido a su crecimiento, de ahí, la creación del taller eléctrico de Russula en 2004: un centro de ensamblaje, prueba y capacitación ubicado en el Polígono Industrial de Bergondo, A Coruña, España.

Como responsable y Gerente de Compras, su lema era “comprar lo mejor, lo adecuado y en tiempo”. José Antonio comparte una mirada al pasado contando como comenzó la historia de Russula como una pequeña empresa, como creció superando grandes dificultades y retos, y que es lo que diferencia a su personal.

¿De dónde proviene el personal de Russula en sus inicios?

En aquel entonces, el personal de Russula procedía de la antigua SIDEGASA, una siderúrgica que cerró en el año 1988 por reconversión del sector del acero. Por lo que todo el personal conocía perfectamente el funcionamiento de un tren, sabían lo que tenían que hacer, como hacerlo y aplicarlo en el sistema. Para esta gente, la fase de ingeniería era muy corta y prácticamente inexistente, aplicaban sus conocimientos acumulados durante años directamente a los trabajos en campo, desarrollaban aplicaciones muy determinadas con unas funciones muy concretas.

¿Cuáles fueron los primeros proyectos que realizó Russula? 

Bueno, el primer proyecto fue desmontaje, revisión, supervisión de montaje y puesta en servicio de toda la Fundición de la ExSIDEGASA en Malasia, con la colaboración del cliente que fue muy importante.

El segundo proyecto de importancia que Russula acometió sola fue el tren de mini pletinas de Celsa. Fue un proyecto de reforma de un tren completo que se realizó en 1992.  En aquel momento, Russula tenía pocos recursos de personal y, sin embargo, ejecutó este proyecto con éxito. No había departamento de compras, no había departamento de ingeniería, ni recursos suficientes para el control y gestión del proyecto, solamente había un departamento de contabilidad y unas cuantas personas técnicas que se encargaban de los distintos asuntos. Aun así, el proyecto fue un éxito.

En 1997, Russula realizó la reforma completa del tren de alambrón de dos hilos en NMQ (Santander). Nos costó sudor y lágrimas en aquel entonces, pero hoy, Russula ejecutaría ese proyecto “sin despeinarse” por su capacidad de recursos y equipo técnico. Aun así, el proyecto salió adelante y la planta se transformó en un gran cliente.

Desde mi punto de vista, estos serían los proyectos que más han marcado Russula: por su capacidad de trabajo, por su espíritu de superación, sus retos, su dedicación, y, sobre todo, nunca se rinde ante los grandes retos, por eso es: “tan grande”.

¿Con tan pocos recursos, cómo consiguió Russula realizar proyectos tan grandes?

En aquel tiempo Russula era una empresa joven con pocos recursos, pero con mucha ilusión de crecer y sostenerse, había una capacidad humana inmensa, se ponía todo lo que uno podía dar y más, no importaban las horas trabajadas, sólo se pensaba en llegar, en conseguirlo, era un equipo en el que todos tiraban de la misma cuerda en el mismo sentido.

Hicimos proyectos que parecían imposible poder desarrollar con 4, 5 o 8 técnicos, lo primero que pensabas era “de esta no salimos” “este proyecto nos mata”.  Parecía que cada vez nos ponían el listón más alto, y cada vez el nivel del desafío subía. Pero lo hicimos una y otra vez.

¿Cómo este comienzo intrépido marcó la cultura de la empresa?

Creo que es una semilla que se ha sembrado en Russula desde aquel entonces, espero que se siga sembrando, el personal tiene un gran compromiso y seguirá marcando grandes retos, hay un gran potencial para hacer grandes números de éxitos. Los jóvenes lo irán entendiendo poco a poco y aportarán grandes resultados.

¿Como ha cambiado el desarrollo de la tecnología digital la manera de trabajar?

La tecnología avanza a pasos agigantados y la información digital de hoy no tiene nada que ver con la de antaño, calidad, tiempo, resultados, etc., pero también hay que reconocer que las exigencias por parte del cliente suben de nivel, y al cliente siempre hay que satisfacerle, los resultados mandan.

¿Hoy en día dependemos más en las máquinas y sistemas que antiguamente?

Bueno, lo he dicho anteriormente, la tecnología avanza a pasos agigantados y hay que ir con el tiempo, pero al día de hoy no se puede suprimir el factor humano. La máquina no entiende de retos, no entiende de éxitos, no tiene afán de superación, etc. Vamos a dejar de momento que cada uno ocupe su lugar. Posiblemente hoy veamos aplicaciones más sencillas, rápidas y eficaces, pero en aquel entonces valía más la experiencia del factor humano, cada cosa va con su tiempo.

¿Cuáles han sido los cambios que más han llamado tu atención en los últimos 30 años?

Los cambios han sido muchos, también son muchos años. Pero yo enumeraría 4 o 5 principalmente:

• Crecimiento: de 5 personas a más de 200.
• Tecnología: de una empresa más bien de servicios a una empresa técnica de alta gama.
• Recursos: hoy existen departamentos establecidos y organizados con recursos dedicados
• Capacidad: tiene retos de grandes proyectos, en aquel entonces era poder mantenerse.
• Social: y uno de los más importantes es que la proximidad entre los empleados ha evolucionado a medida que la empresa ha ido creciendo, pero mantiene un buen rollo.

¿Que nos diferencia de las demás empresas?

Nuestra capacidad, el saber hacer y sobre todo el éxito de nuestros proyectos, es decir, superar a las expectativas del cliente.

¿Qué es lo que más te gustó de trabajar en Russula?

Podría enumerar muchas cosas buenas de Russula, por ejemplo, los grandes retos, grandes desafíos, el entusiasmo, etc. Pero también hay muchas otras cosas que a veces no les damos importancia, pero si la tienen y mucha; yo he tenido la suerte y el honor de poder disfrutar y compartir con mucha gente el afán por el trabajo, la pasión, la capacidad de superación en momentos muy duros y, sobre todo, el respeto y profesionalidad de todos. Russula tiene un potencial humano incalculable, una fuente de sabiduría inagotable, una escuela de formación de élite. Es que me da pena pensar que me aparto de todo esto.

¿Cuál es tu mejor recuerdo en Russula?

Tengo grandes recuerdos de Russula a lo largo de los 29 años, si tengo que nombrar uno sólo es difícil, pero me quedaría con el afán de superación. Que con poco hacemos grandes cosas, los grandes retos, lo imposible vamos. ¡ Como siempre!